¿Sabías que, en los Estados Unidos, los gatos son más populares que los perros? Hay 88 millones de gatos y 74 millones de perros. ¿Será por qué estos amigos peluditos son excelentes compañeros y mascotas?
Un estudio llevado a cabo por la Universidad de Minnesota en 2008 reveló que tener un gato reduce los niveles de estrés y ansiedad, lo que a su vez reduce el riesgo cardiovascular. De hecho, las posibilidades de sufrir un infarto se reducen en un 40% si tienes un gato.
El ronroneo del gato no solo es simpático, también tiene poderes curativos. Las vibraciones, que oscilan en un rango de 20 a 40 Hz, ayudan a reducir la presión arterial, fortalecer los huesos, sanar lesiones en músculos y ligamentos y reducir los síntomas de disnea.
Tener un gato conlleva mucha responsabilidad, sin embargo, es una de las mascotas más independientes y fáciles de cuidar.
A diferencia de los perros, los gatos no buscan atención. Les gusta andar por su cuenta y no suelen molestar a los humanos. Si bien tienes que darles afecto, no tienes que sacarlos a dar un paseo, darles demasiada atención ni bañarlos. En resumen, los gatos se adaptan a tus horarios más fácilmente.
Si necesitas apoyo emocional, siempre podrás contar con tu amigo felino. "Con un animal, puedes expresar tus sentimientos", cuenta la psicóloga Teri Wright rn WebMD. "No tienes que preocuparte por herir sus sentimientos o recibir un consejo que no te servirá".
Los gatos son maniáticos de la limpieza. Sí, les gusta acicalarse y estar siempre limpios. De hecho, no debes bañarlos, lo que te quita una responsabilidad.
Si bien los gatos son independientes y no se dejan entrenar, tampoco lo necesitan. Ellos aprenden muy rápido a usar sus piedritas sanitarias.
El gato caza ratas instintivamente. Y, aunque no resolverán un problema de pestes, te ayudarán a controlarla. De hecho, varios refugios de animales de los Estados Unidos participan de un programa llamado "Working Cats" ["Gatos trabajadores"] para encontrarle hogar a gatos salvajes en graneros o empresas con problemas de pestes y dejarlos hacer lo que mejor saben... cazar.
Los gatos dejan una huella de carbono menos que los perros. De acuerdo con el libro "Time to Eat the Dog: The Real Guide to Sustainable Living", de los arquitectos Robert y Brenda Vale de Nueva Zelanda, la huella generada por los gatos se acerca a la de un Volkswagen Golf, mientras que la de un perro es igual a la de un Land Cruiser.
Cuando hay gatos en la casa, los niños desarrollan un sistema inmune más fuerte. De acuerdo con investigadores finlandeses que hicieron una publicación en The Journal of Pediatrics, los niños que tienen gatos tienen menos probabilidades de desarrollar alergias o problemas respiratorios.
Existe el mito de que los gatos no son afectuosos, ni siquiera con sus dueños. De hecho, si un gato está a gusto contigo, te lo hará saber con mimos. Además, una vez que formas un lazo con ellos, tendrás un amigo leal para toda la vida.
Si estás pensando en sumar un gato a tu familia, es mejor que consigas dos. De esta formas, se divertirán juntos, así que, si trabajas muchas horas o no sueles estar en casa, se tendrán el uno al otro.
¿Tienes alergias leves? Bueno, tienes suerte. Si bien ningún gato doméstico es 100% "hipoalergénico", algunas razas son mejores para las personas con alergias, como los gatos orientales, los rusos azules, los siameses y los esfinge. Recuerda que "hipo" significa "menos".
Las gatos no son animales demasiado exigentes. De hecho, se pasan durmiendo entre 16 a 20 horas diarias.
Incluso si no puedes tener un gato, puedes beneficiarte de los gatos de Internet. Un estudio dirigido por la investigadora Jessica Gall Myrick de la Escuela de Medios de la Universidad de Indiana descubrió que la gente que mira videos de gato se mostró "con más energía, más positiva y sentía menos emociones negativas, como ansiedad, molestia y tristeza" después de ver videos de gatos. Myrick comentó: "Incluso si miran videos de gatos en YouTube para evitar las responsabilidades diarias, el beneficio emocional que brinda esta actividad ayuda a la gente a emprender tareas más duras después".
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