jueves, 28 de agosto de 2014

EL ESTRÉS, ANSIEDAD Y DEPRESIÓN CAMBIAN NUESTRO CEREBRO - 2 Parte

El Descanso y el Buen Dormir

La privación del sueño hace que el sistema inmunológico entre en acción, reflejando el mismo tipo de respuesta inmediata que tiene lugar tras la exposición al estrés, según un estudio publicado en la revista Sleep.


En la nueva investigación, los glóbulos blancos de los 15 sujetos fueron medidos y analizados después de un estricto horario de ocho horas de sueño, cada día, durante una semana. A continuación, los participantes fueron expuestos a, por lo menos, 15 minutos de luz al aire libre dentro de los primeros 90 minutos de vigilia, y se prohibió el uso de cafeína, alcohol o medicamentos durante los últimos tres días. Este estudio fue diseñado para estabilizar los relojes circadianos, y reducir al mínimo la falta de sueño, antes del estudio de laboratorio intensivo.

Posteriormente, el recuento de glóbulos blancos en un ciclo normal de sueño-vigilia se comparó con los datos de la segunda parte del experimento, en la que las muestras de sangre fueron recolectadas durante 29 horas de vigilia continua. Como resultado, concluye Ackerman, los granulocitos reaccionaron de inmediato ante el estrés físico de la pérdida de sueño.

Tenemos poco tiempo durante el día por eso nuestras actividades se extienden hasta la noche. Uno de los peores hábitos de la vida moderna. Hemos aprendido a "robar" horas y tiempo que antes teníamos destinados para dormir y descansar. 

A muchas personas no les gusta dormir, para otras es una perdida de tiempo, pero más allá de preferencias, gustos personales y creencias, es indiscutible que nuestro cuerpo requiere del descanso adecuado para reponer su energía. Cuando dormimos nuestro organismo realiza muchas funciones que no puede hacer en los períodos de vigilia.

Son conocidos los efectos de la privación del sueño y su relación con el desarrollo de enfermedades como la obesidad, la diabetes y la hipertensión; pero sobre todo sus efectos negativos sobre nuestra claridad mental y nivel de alerta. Si estamos cansados no podamos lidiar con situaciones que nos estresan, además nuestro ánimo y emociones se vuelven inestables, disminuye considerablemente nuestro nivel de eficacia y respuesta.

La pérdida de sueño crónica es un factor de riesgo para el deterioro de nuestra salud y nuestra mente. No somos máquinas, nuestro cuerpo necesita reponerse cada día de largas jornadas, la mayoría de las veces extenuantes. Sea amable consigo mismo y con su cuerpo. Permítase el descanso, deje de lado la obsesión, recuerde que no por hacer más cosas llegará más lejos o alcanzará la meta más rápido. 

Hay una gran diferencia cuando somos eficientes, y eso se aplica casi a todo los ámbitos de nuestra vida. Sea eficiente y organizado. Así como apuntas en tu agenda las citas y reuniones de trabajo, también debería haber en tu agenda tiempo para descansar y dormir. Los beneficios de un buen dormir y la calidad de nuestro sueño han demostrado que nos ayuda a sostener el correcto funcionamiento del sistema inmune y de todo el organismo. Recuerda serás más eficiente. Es momento de comenzar a "Actuar a favor de tu destino".

Fuentes de Referencias
Rod K. Dishman, PhD; Mark Sothmann, PhD; American Psychological Association (APA). "Hacer ejercicio alimenta los atenuadores de estrés del cerebro".
Elena Sanz, Revista Muy Interesante. "Dormir poco, causa de estrés y debilidad inmunológica", publicado en Vanguardia.com.mx. 
HealthDay, "Hallan cómo el estrés activa al sistema inmunitario" publicado en Univisión Salud.
Sott.net, "El Efecto de las Palabras no dichas"

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