Siempre resulta fascinante encontrar un lugar abandonado, tienen algo mágico. Pasear por sus calles, recorrer sus habitaciones y desentrañar sus secretos mientras una atmósfera de silencio y paz lo engulle todo.
Cada escuela, iglesia, residencia u hospital cuenta una historia distinta con un mismo final, el vacío.
Ese es el caso de Shengshan, una pequeña isla situada al Este de la provincia de Zhejiang en China. Un lugar que durante la década de 1990 vio cómo su población, principalmente de pescadores, migraba hacia la bahía de Hangzhou en busca de mejores oportunidades laborales. En pocos años la isla quedó desierta y la madre naturaleza comenzó a hacerse cargo de ella.
Descubre la isla de Shengshan, uno de los lugares abandonados más bellos y exuberantes que veras jamás.
Una ciudad devorada por la naturaleza.
25 años han sido suficientes para transformar esta pequeña isla por completo. Aunque aun resultan visibles, las pequeñas casas y construcciones han sido engullidas por la vegetación.
Hoy Shengshan vuelve a ser un lugar puro y rebosante de naturaleza que contrasta de forma intensa con la vecina Shanghái, la superpoblada capital que se encuentra a unos cuantos kilómetros de ahí.
Las plantas y enredaderas han engullido por completo casas y edificios, transformando el paisaje sobremanera.
Un ambiente extraño, melancólico y casi fantasmagórico que contrasta con la impresionante explosión de vida y color que lo invade todo.
La humedad y la ausencia del hombre han permitido que el pueblo haya sido consumido por la naturaleza a un ritmo vertiginoso.
Un lugar precioso que hemos descubierto gracias a Qing Jian, un joven fotógrafo amateur que ha decidido adentrarse en Shengshan, la exuberante ciudad fantasma.
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