La dieta japonesa es junto a la mediterránea una de las más saludables del mundo pero, a diferencia de lo que ha ocurrido en nuestro país, allí la siguen muchas más personas. Los secretos de la cocina japonesa se transmiten de generación a generación y la gente suele tener claro que debe comer para mantenerse en forma.
Makiko Sano es experta en cocina y dirige un popular restaurante japonés de Londres. En su libro 'La dieta del sushi' (Libros Cúpula), muestra cómo preparar algunos de los más clásicos platos del país del Sol naciente que, como explica en este extracto del libro, configuran la mejor dieta para adelgazar, por siete importantes razones:
1. Control de las porciones
Por la manera en que se presentan, con tres o cuatro platos, las comidas japonesas dan la impresión de ser más grandes de lo que son. Al menos uno de los platos será bajo en calorías. En la cocina occidental, el estilo es usar un plato grande repleto de comida. Un típico plato de sushi contiene unas 300 calorías. El promedio en un plato de comida en Occidente puede ser de 500 calorías más que éste.
2. Palillos
Disminuir el ritmo al comer le permite a tu cerebro advertir cuándo te sientes satisfecho. La manera apresurada de comer en Occidente a menudo significa comer en exceso antes de notarlo siquiera. Los japoneses nos damos cuenta más fácilmente de cuándo estamos llenos porque usamos palillos, que es una manera de tomarnos más tiempo para comer. Dedica al menos 20 minutos a consumir cada comida, pues de este modo el estómago tiene tiempo para sentirse pleno.
3. Menos lácteos y carne
Los japoneses comen muy poca carne, en comparación con la dieta occidental. Además, los productos lácteos están casi ausentes en una dieta tradicional japonesa. Estos dos productos alimenticios con alto contenido de grasa son los responsables de gran parte de la ingesta diaria de calorías en Occidente.
4. Desayunos abundantes y cenas ligeras
A menudo consumimos una variedad de platos por la mañana: sopa de miso, arroz, tortilla, salmón a la plancha. Los japoneses tampoco solemos comer tentempiés después de las cuatro de la tarde, y en la cena, temprana, nos centramos en pescados y verduras. Tampoco solemos comer postres en casa.
5. Té verde
Los japoneses beben té verde durante todo el día y es fácil de adquirir en la calle en las máquinas expendedoras, que lo precalienta en latas. Prácticamente no contiene calorías. Por el contrario, en su equivalente occidental —en las cafeterías que proliferan— es un villano de la dieta. Incluso si pides un café con leche 'light', consumes 100 calorías, que pueden aumentar a la asombrosa cifra de 500 por un moca con crema.
6. Las cosas buenas, en paquetes pequeños
La cocina tradicional japonesa es baja en calorías.
En lugar de abrir un paquete grande de galletas y arrasar con ellas, los japoneses tienden a ingerir pequeños bocaditos refinados. Un envase pequeño reduce la tentación de exagerar. Por lo tanto, si estás indeciso y sientes que puedes arruinar tu dieta, toma un minipaquete de galletas de sésamo, o una sustanciosa galleta salada de arroz. Es una idea simple, pero un estupendo ejercicio para reducir los daños.
7. Prueba del ácido
Sushi se traduce como «arroz con vinagre», El vinagre y los pepinillos a base de ácido acético, omnipresentes en la comida japonesa, tienen un efecto distinto sobre cómo digerimos la grasa cuando se consume como parte de una comida. Investigadores japoneses descubrieron recientemente que el ácido acético puede ayudar a quemar la grasa. Otro estudio encontró que, tomado después de un alimento de IG alto, como el pan blanco, no sólo reduce los picos de glucosa en la sangre, sino que también aumenta la sensación de saciedad.
from: msn.com
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